martes, 1 de mayo de 2012

PARÁSITOS INTERNOS DEL PERRO Y DEL GATO



1.      Giardia duodenalis del perro y del gato – Giardiosis humana
·        Giardia duodenalis es el protozoo flagelado que se diagnostica con más frecuencia en las diarreas infecciosas en todos los países desarrollados. Los síntomas habituales son: dolor abdominal, meteorismo y diarrea crónica. Además, se aprecian signos de pérdida de peso y deshidratación.

·        En España, algunos estudios demuestran que el porcentaje de perros infectados por Giardia es superior al de otros países europeos registrándose cifras del 4’9% en Zaragoza, 13’3% en Sevilla o 12% en Granada.

·        En guarderías se cifran prevalencias de infecciones por Giardia de más del doble que en niños que pasan su primera infancia en casa.

·        Es una enfermedad altamente contagiosa, como demuestran algunas publicaciones científicas, en las que, aproximadamente el 20-25% del personal de guarderías o los familiares de niños parasitados se infectan por contacto directo con ellos.



2.      Toxocariosis del perro y del gato – Larva migrans visceral del hombre (LMV)

·        Entre las zoonosis parasitarias adquiridas por relación estrecha con los animales de compañía, una de las más importantes es la llamada “larva emigrante visceral”, en la que las larvas de Toxocara pasan a la circulación sanguínea y migran a diversos tejidos: hígado, pulmones, corazón, cerebro, tejido muscular, riñones, ojos, etc.

·        Se describen diversos cuadros patológicos dependiendo de la localización de las larvas, y los enfermos presentan síntomas como: fiebre intermitente, leucocitosis y eosinofilia, disminución del apetito o apetito aberrante, retraso en el crecimiento, dolores musculares, dolor abdominal, tos, neumonía, lesiones oculares (“larva migrans ocular”) que pueden desencadenar secuelas graves.

·        En Europa se indican prevalencias de infecciones por Toxocara del 10% en Bélgica; 2,6% en Francia, 5,8% en Italia y alrededor de un 15% en España.

·        En nuestro país, según un estudio realizado en Salamanca, los porcentajes de infección de cachorros menores de tres meses en las zonas rurales son los más elevados, llegando al 80%, reduciéndose hasta el 40% en cachorros de 3-6 meses de edad y hasta el 21,3% en los mayores de 6 meses. En cuanto a los animales del medio urbano la toxocariosis es menos prevalente, estando afectados el 53,7% de los animales menores de 3 meses y el 16,2% y 15,4% en los otros dos grupos de edad, respectivamente. En los perros adultos las cifras se reducen hasta el 10-15% según  sean perros urbanos o perros procedentes de áreas rurales y criaderos.

·        En España se recogen datos del año 1997 en A Coruña con prevalencias del 23,3% en adultos y 32,8% en niños con cuadros sospechosos de LMV. En Canarias en un estudio amplio de seroprevalencia en 14.074 sueros se registraron un 3,2% de positivos.

·        Existe un riesgo potencial de que los parques y jardines estén altamente contaminados por Toxocara ya que casi la mitad de los cachorros de perro y un 30% de los gatitos pueden estar parasitados y la concentración de huevos presentes es muy elevada (dada la alta prolificidad de las hembras parásitas en el intestino, se estima que un gramo de heces puede albergar unos 10.000 huevos de Toxocara)..





3.         Ancylostomidosis del perro y el gato – Larva migrans cutánea en el hombre (LMC)

·        La larva migrans cutánea produce cuadros muy pruriginosos en la piel debido a que las larvas se desplazan a través de la piel. Las larvas penetran activamente a través de la piel por contacto directo de las personas con arena o suelos infectados. Cuando éstas invaden la piel, producen lesiones muy pruríticas y desarrollan túneles serpiginosos muy evidentes en la región afectada.

·        En España se cifran prevalencias medias de ancylostómidos de un 14% en perros “de dueño”, mientras que en perreras pueden llegar hasta un 90%.

·        El nivel de contaminación del medio por ancylostómidos es muy elevado en las zonas endémicas, pues un sólo cachorro puede expulsar hasta 5 millones diarios de huevos durante varias semanas.

·        La larva migrans cutánea se considera de baja incidencia en nuestro país, pero en los últimos años se han incrementado los casos como consecuencia de cambios sociales, principalmente, del fenómeno de la inmigración, el desplazamiento de voluntarios a través de ONGs y el aumento de los viajes turísticos a zonas de riesgo (15 casos citados en Barcelona en 1992 en pacientes que habían viajado a zonas tropicales).



4.         Estrongiloidosis canina – Estrongiloidosis humana

·        En el hombre la estrongiloidosis suele ser un proceso crónico, que se presenta de forma  inaparente o con leves alteraciones intestinales. En niños y en personas inmunodeprimidas y/o con infecciones concomitantes (VIH) puede presentarse como un proceso generalizado de extrema gravedad e incluso mortal y en general se trata de cuadros refractarios a los tratamientos.

·        La enfermedad puede manifestarse a través de cuadros con sintomatología cutánea (la penetración de larvas a través de la piel puede provocar prurito y enrojecimiento en el punto de inoculación), pulmonar (bronquitis asmática) e intestinal (diarrea y dolor abdominal).

·        Las perreras con suelos arenosos, malas condiciones higiénico-dietéticas y hacinamiento de animales son muy favorables para la aparición de estrongiloidosis, aunque no es rara su presencia también en criaderos y animalarios con buenas condiciones.

·        Se considera que en circunstancias normales de higiene y convivencia con el perro, las posibilidades de infección son muy bajas, sin embargo el riesgo puede ser muy importante en individuos con cualquier tipo de inmunodeficiencia o sometidos a terapias inmunosupresoras.



5.        Equinococosis del perro – Hidatidosis humana

        La hidatidosis es una enfermedad grave que afecta más a los adultos y se diagnostica tardíamente, (seguramente por su largo periodo de incubación). Como consecuencia de la ingestión de huevos de Echinococcus, el hombre puede padecer la formación de quistes en distintos órganos. Los síntomas relacionados con esta zoonosis se deben a la presión por la ocupación que ejercen los quistes en los órganos afectados, principalmente hígado y pulmón. La hidatidosis hepática puede dar lugar a fiebre, dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarreas, mientras que la hidatidosis pulmonar se puede confundir con focos de tuberculosis, con síntomas como fiebre, dolor, tos y vómitos.

           En España la equinococosis es endémica, registrándose cifras medias del 6% de los perros.

          Castilla-León, Aragón, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, Extremadura y La Rioja son consideradas zonas de alta incidencia en cuanto a la existencia de casos de hidatidosis en áreas rurales.

          Los perros infectados pueden albergar en su intestino entre 200 y 10.000 “tenias” adultas, que supone que pueden eliminar más de 70.000 huevos con las heces diariamente.



6.         Dipylidiosis canina – Dipylidiosis humana

          Dipylidium caninum es un cestodo común al perro y al gato muy frecuente en la práctica veterinaria diaria. Puede parasitar al hombre (sobre todo a los niños) que actúan igualmente como hospedadores definitivos, desarrollando el mismo ciclo biológico que sus mascotas. En la parasitación actúan como hospedadores intermediarios las pulgas y los piojos.  La enfermedad, sin embargo, no suele producir ninguna sintomatología concreta.

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